Sam Neill comparte sus desgarradores recuerdos de Robin Williams en sus nuevas memorias

Sacad los pañuelos, porque esto es para llorar. Sam Neill, la estrella de Parque Jurásico, acaba de publicar sus memorias Did I Ever Tell You This (¿Alguna vez te conté esto?) sobre su carrera en la industria cinematográfica, en las que nos habla de su larga trayectoria, de los amigos que hizo por el camino y de sus luchas personales, incluida su reciente batalla contra un cáncer de sangre en estadio tres (que, afortunadamente, parece haber superado).

Una de las revelaciones más desgarradoras (vía Deadline) se centra en el añorado Robin Williams, que se quitó la vida a los 63 años en 2014 mientras sufría una debilitante demencia de cuerpos de Lewy que le impedía actuar como antes.

Neill trabajó con Williams en El hombre bicentenario, de 1999, y destaca su amistad como algo especial. Ambos se visitaban mutuamente en las caravanas, y Neill decía: “Hablábamos de esto y de lo otro, a veces incluso del trabajo que íbamos a hacer” y describía a su coprotagonista como “irresistible, escandalosa, irreprimible, gigantescamente divertido”.

Pero Williams tenía un lado oscuro, y Neill lo resumió como “La persona más triste que he conocido”.

“Tenía fama, era rico, la gente lo quería, unos hijos estupendos… el mundo era su ostra. Y sin embargo, sentía por él más pena de la que puedo expresar. Era el hombre más solitario de un planeta solitario… inconsolablemente solitario y profundamente deprimido”.

Neill cree que Williams utilizaba sus dotes cómicas como una forma de terapia para sí mismo, afirmando que “las cosas divertidas le salían a borbotones”, y que sólo era verdaderamente feliz cuando hacía reír a los demás: “todo el mundo se partía de risa, y cuando todo el mundo se partía de risa, se veía que Robin era feliz”.

Afortunadamente, Neill no parece que vaya a bajar el ritmo pronto. Tiene cuatro películas pendientes de estreno, entre ellas La puerta portátil, El club de los asesinos, Scarygirl y Tráelo a mí, así como un papel en la serie limitada de Peacock Las manzanas nunca caen. Además, es una persona a la que hay que seguir en las redes sociales, donde publica actualizaciones diarias desde su granja de Nueva Zelanda en las que cuida de sus adorables animales.