“The Boogeyman” tiene un mensaje mucho más poderoso de lo que se podría esperar de una película de terror de Stephen King

Con The Boogeyman entre nosotros, nos encontramos con un grupo de fans del terror que intentan extraer el significado más profundo que encierra la trama de la película.

Basada en el relato corto de Stephen King, es un hecho que los elementos sobrenaturales no pueden tardarse literalmente, sino que deben percibirse como la proyección del trauma y la tristeza humanos. Esto es lo que el director Rob Savage dijo a Inverse cuando se le pidió que explicara.

Habló en detalle de cómo la terapia -que es el tema central de la película- y el propio acto de dejar salir los sentimientos inherentes a uno, ya sea pena, culpa o arrepentimiento, pueden manifestarse como monstruos.

“La terapia es aterradora. Abrirse a uno mismo es aterrador. La terapia es extremadamente reveladora. Se trata de hablar con tu oscuridad interior y no dejar que se encone y se convierta en algo monstruoso”.

La película tiene el dolor como concepto principal. Nos encontramos con el terapeuta y padre ausente, Will Harper (Chris Messina), y sus hijos Sadie y Sawyer tambaleándose por la muerte de su esposa. Al mismo tiempo, entra en contacto con su paciente Lester Billings (David Dastmalchian), que sufre el dolor de haber perdido a sus hijos, y del que también se cree que ha traído al mundo una entidad sobrenatural que se alimenta de traumas y sufrimiento.

Savage explicó además que el concepto de terror de la película, que puede interpretarse como una materialización del dolor, ha añadido un nuevo significado al género.

“El terror es genial para hablar de todas las cosas de las que realmente no queremos hablar, de todos los temas tabú en los que todos pensamos y nos preocupamos pero que no queremos verbalizar. Ésta es realmente una película sobre la salud mental y sobre apoyarse en otras personas y no aislarse cuando se atraviesan periodos de trauma y dolor. Lo que realmente intentaba captar y lo que la criatura representa para mí es lo que no se dice. Se trata de esta familia que está atravesando su propio proceso de duelo individual, pero que no ha encontrado la forma de comunicar su propio trauma”.

Puede que la película haya creado espacio para análisis e interpretaciones en profundidad, pero esto no es algo nuevo en el género. Una gran mayoría de obras anteriores que abordaban temas similares -por nombrar sólo dos, The Haunting of Hill House y Bly Manor, de Mike Flanagan, y Smile, de Parker Finn- han ampliado nuestra comprensión del terror.